martes, 14 de julio de 2009

VALE TODO, TODO VALE.

No, no soy gay, tampoco otra cosa rara por el estilo (Aunque según las lenguas conocedoras, estudio en una universidad de ambiente), pero por unos contactos y recomendaciones de varias amigas que conozco que tampoco son raras ni nada (pero sí tienen amigos del otro equipo), una amiga mía más y yo, accedimos a ir a conocer el antro que está de moda no solo para gente con “gustos distintos”, sino también para gente más común. (Aunque últimamente los gays se han proliferado tanto que ya no sé quienes somos más comunes). Además también convencimos a unos amigos nuestros (3 chicos “héteros”) de que nos acompañaran en nuestra aventura (¡ja!), y casi a regañadientes nos acompañaron, pues no tenían ningún plan para esa noche. La verdad mi amiga y yo también fuimos casi sin querer porque no teníamos muchas ganas de ir a “tonear” ya que estábamos medio cansadas y ya veníamos de un lonchecito de reencuentro de amigas del cole, y de plantar a un amigo sin querer queriendo (lo hicimos esperar mucho, se aburrió y se fue). Así que no teníamos ánimo ni muchas expectativas de encontrar diversión en aquel lugar (Down Town más conocido como Vale Todo). Sin embargo fuimos. Al llegar me di cuenta de que el lugar estaba bastante resguardado (no salgo mucho a discotecas, pero en las que visitado antes no había visto tantos VIPs trabajando, tanto al entrar, como a la hora de despejar el área).
Quizás por los problemas que se presentaron anteriormente.




Todo muy tranquilo, se respeta el orden. La discoteca tiene dos ambientes de fiesta y uno para descanso (este último con asientos acolchados, más luz y silencio, como para conversar y descansar tranquilamente). Los ambientes donde la fiesta se desenvuelve son conocidos como la “zona latina” y la “zona electro”. La zona latina es muy acogedora, tiene una buena iluminación, una decoración agradable. ¡La música es bastante variada!. Escuchamos hasta nubeluz, canciones criollas, huaynos, etc. Pasan no solo las canciones que están de moda sino también las que estuvieron de moda hace mucho tiempo (como la "gelatina" que hace años no escuchaba, algunas canciones de axé, etc), lo que hizo que mis amigos y yo nos divirtiéramos mucho. La diversión esa noche la puso un amigo muy querido de la amiga que nos invitó a ir, pues este chico resultó ser súper pilas y además muy bromista (estaba que molestaba a mis amigos, los “héteros”), ¡también bailaba muy bien!, según uno de mis amigos, nos ganaba bailando a mí y a mis amigas, ¡imagínense!
En uno de los balcones, hubo un show, en el cual dos travestis se pusieron a bailar distintas canciones, entre las cuales no podía faltar la conocida “fiesta fiesta y pluma pluma gay”. Fue muy divertido, debo admitirlo. En la zona electrónica también hubo un show, el cual no pude llegar a ver, pero mi amiga sí, y me contó que allí había más bailarines (travestis todos) y sus atuendos eran más sofisticados (pelucas grandes y algunos disfraces interesantes).
Esa noche pudimos ver muchas cosas, algunas que provocaron arcadas en mis amigos, como por ejemplo el ver a varias parejas de hombres besándose, y otras como parejas de chicas muy cariñositas también…
Lo curioso, no sé si decir, lo sorprendente o triste… (En verdad no sé cómo calificarlo), es que a este local concurre mucha gente joven, la mayoría tiene pinta de recién haber logrado la mayoría de edad. Estas personas sobre todo tienen el look “emo” ya conocido por todos creo.
Como dije líneas más arriba, en este local no solo se encuentra gente de “otros equipos” sino que también asiste gente heterosexual (como mis amigos y yo). Uno de mis amigos incluso logró coquetear con varias chicas, las que mostraban bastante interés en él.
Uy! Pero lo más divertido sucedió al salir de la discoteca: Una chica muy simpática y con un gran escote (al parecer, una colombiana por el dejo) y sus amigas, todas ellas medio ebrias, estaban conversando con mis amigos, y la “colombiana” le decía a mi amigo: “tu no eres gay no??” , “tu me dijiste que no eras gay!!”, y mi amiga y yo le respondimos: “no, no es gay, no te preocupes”. Pero la chica resultaba un poco acosante, y como mi amigo no decía nada yo cometí el error de pensar que era una de esas “maripositas de la noche” (como dice mi profesor de filosofía). Y luego de decir que mi amigo no era gay, agregué torpemente: ¿y tú qué eres? ¿Hombre?, ¿mujer? (error, GRAVE error). Pues hoy en día un@ puede ver una chica muy bonita que al final resulta siendo un hombre, entonces ya no se sabe…pero las palabras que usé no fueron las más adecuadas que digamos (añádanle a mi torpeza para hablar, el hecho de que eran casi las 5 de la mañana, y habíamos estado bailando descontroladamente desde las 10 de la noche aproximadamente)
La chica (porque en realidad sí era una chica) obviamente se ofendió y con una cara de indignación señaló su entrepierna y se fue a quejar con alguien más sobre lo que yo le había preguntado.
En ese momento pensé: “¡RecontraChanfle! Ahora si me van a pegar “, Menos mal nadie le hizo caso (sus amigos ya estaban en otra), y la mujer regresó a seguir coqueteando con mi amigo.

Finalmente, las aventuras no acababan pues tuvimos que caminar un buen tramo para conseguir carro porque por cuestiones del destino nos habíamos quedado sin dinero para el taxi. Una tragedia. Pero todos salimos felices y hasta con ganas de regresar. Yo quizás muy pronto. Mis amigos, todavía la están pensando, pero sí aceptan haber pasado una noche muy divertida, y haber logrado tener una mente más abierta para aceptar que ¡la gente gay (y sus derivados) sí que se sabe divertir!

La única vez que vi cosas similares a todo esto que les he contado, fue por televisión, y siempre con un sentimiento de asco quizás, o de rechazo. Mientras uno vea solo de lejos y no se acerque a las distintas realidades que nos rodean, no logrará comprender lo complejo o quizás lo simple que pueden ser las cosas, los sentimientos de los demás, las costumbres, los deseos, la manera de pensar; en fin, todo lo que abarca el mundo personal de cada sujeto o de cada grupo social. (Nos falta mucho por descubrir, y a veces creemos que lo sabemos todo). Con este post NO he querido hacerle propaganda al local en mención, ni mucho menos promover que lo visiten. Solo quería compartir una experiencia que me sirvió (además de divertirme) para ser más compresiva y abierta a un mundo sobre el cual lamentablemente recaen muchos prejuicios y agresiones.
Saludos, terrícolas.

3 comentarios:

  1. Interesante, la verdad es que nunca he concurrido a uno de esos lugares... (mentiraaaaa). Ya esscribiré sobre mi experiencia para que comparen dos visiones o puntos de vista diferentes; de acuerdo a a un hombre y a una mujer.

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  2. asuuuuuuuu ke lokita xD jaja no seas homofobica pues mentira

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